domingo, 1 de junio de 2014

NUEVO BLOG PARA LAS ENTRADAS TAURINAS

HEMOS CREADO UN NUEVO BLOG INDEPENDIENTE, EN EL QUE COLGAREMOS LAS ENTRADAS RELACIONADAS CON EL MUNDO TAURINO:

NO LO DUDES, Y VISITA ESA PÁGINA DE CABESTRO DE GRANA Y ORO.


domingo, 16 de septiembre de 2012

CRÓNICAS DEL CAMINO


                                                                                                      CRONICAS DEL CAMINO: G1 A-20120630.

CAMINANDO HACIA SANTIAGO. LEGANES-SANTAIGO:

INTRUDUCCIÓN:

Desde mi niñez en el Cortijo del Hachazo, oía hablar a mis abuelos y mis padres, de la Vía Láctea, era recuerdo,  una serie de estrellas en el Cielo, que con su estela  parecían marcar un camino, era, según comentaban “el Camino de Santiago”.

Debido a mi profesión policial, entre los años 1991 al 1998, tuve la oportunidad  de viajar  a Pamplona, Nájera, y Santo Domingo de la Calzada. En estas tierras durante mis viajes vi caminado a miles de peregrinos que se dirigían hacia Santiago de Compostela, procedentes del denominado camino francés, navarro, aragonés,  y catalán. Con ocasión de unos de mis viajes a Nájera tuve ocasión de visitar uno de los albergues donde descansaban los peregrinos después de su jornada agotadora. Al entrar al albergue pude apreciar  un silencio sepulcral, eran aproximadamente las ocho de la tarde,  y los peregrinos ya se encontraban descansando para al amanecer iniciar la próxima etapa.  Una señora, que  me comentó, que colaboraba de forma voluntaria en aquel albergue de peregrinos, me dijo: puede usted pasar a  ver el albergue, pero por favor no haga ruido, los peregrinos llegan muy cansados y necesitan descansar para poder continuar, así lo hice, pero ante de irme  al Hotel San Fernando de Nájera donde estaba hospedado, le dije: gracias señora, que ayude usted a muchos peregrinos. Por la noche desde mi habitación en el hotel reflexioné sobre el camino y su...

Me impresionó de forma  sobremanera, ver por primera vez sobre la cripta de la Catedral de Santo Domingo de la Calzada, una especie de jaula-gallinero, donde se observa un gallo y una gallina de color blanco vivos, adaptados al medio sin inmutarse ante los ojos de los visitantes, comiendo  y echando algún canto de forma esporádica.

EL MILAGRO DEL AHORCADO:

La ubicación de gallo y la gallina en dicho lugar, es en relación y recuerdo del milagro del ahorcado: Cuenta la leyenda, que peregrinaban hacía Santiago un matrimonio extranjero con su hijo de 18 años. La moza del Mesón donde se hospedaron, vengóse del joven que resistía sus insinuaciones, metiendo en el zurrón una copa de plata, acusándoles luego de haberla robado. Los corregidores de la ciudad prendieron al muchacho  y lo ahorcaron. Cuando los padres regresaron de Compostela fue grande su sorpresa al ver que su hijo  seguía vivo. Fueron a decírselo al juez que en aquel momento estaba a la mesa a punto de trinchar un gallo y una gallina asados, quien comentó con ironía “Esa historia es tan cierta como que este gallo y esta gallina van levantarse del plato y cantar”. Pero ante el asombro de todos así lo hicieron las aves.
El Juez ordenó que descolgaran al muchacho y castigaran a la moza. Frente al mausoleo del Santo un pequeño gallinero, con decorado balcón, alberga un gallo y una gallina blancos, colocados periódicamente en recuerdo de las aves que emitieron el canto milagroso.

CUENTAN LAS CRONICAS:
1º VERSION: Que Santiago fue uno de los doce Apóstoles de Jesús. Hijo del Zebedeo, trabajó como pescador hasta que escuchó la llamada de Jesucristo. Por su carácter vehemente e impetuoso se le ha denominado "Hijo del Trueno". La tradición le identifica como el Apóstol que evangelizó la península, aunque muere mártir en Palestina. La leyenda afirma que Santiago fue trasladado hasta las tierras que evangelizó, siendo enterrado en Compostela, donde se descubre su tumba en el siglo IX.
El apóstol que la tradición cristiana llama Santiago el Mayor, era uno de los dos hijos de Zebedeo y Salomé; su hermano fue Juan el Evangelista, también apóstol.
Invitado por Jesús "junto a su hermano e inmediatamente después de Pedro y Andrés- a hacerse “pescador de hombres", fue uno de los apóstoles que tuvo una relación más íntima y cercana con el hijo de Dios.
Le acompañó en los primeros días de la difusión de la palabra; estuvo presente en el Monte de los Olivos recibiendo de los labios de Jesús el anuncio de la destrucción del templo de Jerusalén, de la completa ruina de la ciudad y de las catástrofes que precederán al final de los tiempos; y fue testigo de la última aparición de Jesús en Galilea tras su resurrección.
Murió, entre los años 41 y 44, decapitado por orden de Herodes Agripa I, cuando el rey de los judíos, en un intento postrero e inútil de conseguir la confianza de Roma, intensificó la persecución de las primeras comunidades cristianas.
Según la tradición, a la muerte de Jesús los apóstoles se repartieron los lugares en que debían predicar, correspondiéndole a Santiago España y las regiones occidentales.
Las leyendas jacobeas recogen dos versiones acerca de la presencia del Apóstol Mártir en la península hispánica; la primera afirma que recorrió Asturias, Galicia, Castilla y Aragón predicando la palabra de Dios con escaso éxito.
Relata además que durante esta misión se le apareció la Virgen junto al Ebro, sobre una columna, y allí se le ordenó construir una iglesia. La segunda versión sostiene que tras el martirio, su cuerpo fue llevado en barco por sus discípulos desde Jerusalén hasta Iria Flavia, en el Finisterre.
Aquí la historia y la leyenda se funden para crear un relato colorista. Una vez decapitado, su cuerpo fue arrojado fuera de la ciudad como pasto de perros y fieras, pero sus discípulos al caer la noche, lo recogieron y lo llevaron al puerto de Jope, donde providencialmente apareció una embarcación aparejada y sin tripulación.
Al séptimo día de navegación arribaron a la desembocadura del río Ulla, en Galicia. Al depositar el cuerpo del maestro en una gruesa roca, ésta cedió como si fuera de cera hasta convertirse en el sarcófago del santo.
2º VERSIÓN: Herodes Agripa, quitó la vida con la espada a Santiago, hermano de Juan, según nos dice San Lucas.
Sus discípulos trasladaron las preciadas reliquias a España, a Iría Flavia, hoy Padrón, en las costas gallegas, depositándoles finalmente en lo que siglos más tarde seria Santiago de Compostela.
Las continuas guerras y la invasión de los bárbaros obligaron a los cristianos a ocultar sus reliquias, cuyo recuerdo se enmohece por el lento transcurrir de los siglos.
En noventa centurias, tras milagrosas señales, se descubre su sepulcro. La noticia vuela por los campos de Castilla, blinca los Pirineos y se desparrama por Europa entera: el acontecimiento condiciona en gran parte la historia de España y hasta de Europa.
A mediados de s. IX la noticia aparece en Martirologios fuera de España y su eco lo oímos en el poeta árabe Algazel que en 845 llama a Compostela “la Kaaba de los cristianos”.
DISTINTOS CAMINOS QUE NOS LLEVAN HASTA SANTIAGO:
Además del Camino francés, por Burgos, Carrión de los Condes, León, El Cebrero y  Portomarin, que llamamos por antonomasia , y de forma tal vez demasiado exclusiva “Camino de Santiago, existen en España otras rutas de peregrinos que en modo alguno no conviene olvidar, tales como:
-          Ruto de la Costa Cantábrica.
-          Cataluña y Aragón
-          Rutas del Mar.
-          Ruta de la Plata
Estos sin duda son los  caminos de mayor renombre, pero existen otros muchos caminos que no por desconocidos son menos importantes,  pues lo verdaderamente importante,  entiendo que es la fe y la ilusión, yo me atrevería a decir que existen tantos caminos como pueblos y dentro del pueblo como hogares.
TENGO QUE HACER EL CAMINO DE SANTIAGO:
Hace ya un tiempo que vengo meditando sobre ese camino, “tengo que hacer el camino”, comentaba yo a mi gente y amigos con ocasión de las reuniones y tertulias, ¿cuando  empiezas? me preguntaban, yo si nos ponemos de acuerdo me apunto decía uno de mis amigos, yo este año no pero el que viene si lo organizamos si voy decía otro, yo cuando me jubile lo pienso hacer me comentó un vecino, a mi me gustaría hacerlo en bici comentó el Jefe  del Burro Veloz. Sea por una u otra razón el caso es que no llegaba el día, y la vida se pasa, así que decir empezarlo  sólo.               
EMPIEZA EL CAMINO:
El día 1 de julio de 2012, a las 8 horas empezaré la 1ª etapa, Leganés-Plaza de Castilla, no tengo prisa, quiero disfrutar del camino, el objetivo es hacerlo en uno o dos años. Hasta Segovia al terminar la etapa volveré a casa,            a partir de Segovia, planificaré dos o tres etapas seguidas y me quedaré a dormir en albergues, hostales etc., y necesitaré apoyo; cuando llegue este momento lo comentaré otra vez con mi gente y con mis amigos. De cada una de mis etapas redactaré una crónica          monográfica, pues como suele decir, Don Carlos “el maestro,” gran  amigo  y socio fundador del Burro Veloz, aquello que no se escribe termina olvidándose y pasado un tiempo es como si no hubiese existido.                                                                                                                        
Leganés, a 30 de Junio de 2012                                            Fecha de publicación: 15-09-12
                                                                                                      Fdo.: Dimas Peláez Navero
                                                                                    (Andaluz, cortijero y rociero)

viernes, 2 de diciembre de 2011

RG 4 A-211111

RG 4 A-211111

UNA ESCAPADA DE ENSUEÑO:

El día 19 de Noviembre de 2011, un subgrupo del grupo ENAMORADOS SIN FRONTERAS, (Ángel y Ana Mari; Dimas y Mercedes), se ausentaron de la gran ciudad para adentrarse en el mundo rural.

Se dirigieron al Hotel Rural (La Senda de los Caracoles), situado en el término municipal de Grado del Pico (Segovia), en los confines de Segovia en el límite de las provincias (Segovia, Soria y Guadalajara). Un lugar de en sueño, la estancia empezó con un circuito de SPAS, y después una comida copiosa acompañada de un vino de la tierra, junto a luz de la candela con lumbre de las de verdad. La luz de la candela, y la abundante lluvia que caía en zona, hacían aún si cabe, más romántico el día.

Por la tarde al finalizar la comida, y sin prisa, sin estrés, pues estábamos en plena naturaleza nos fuimos a visitar la Iglesia de Pedro, según nos comentó la dueña del hotel, una iglesia de origen romántico que según se dice es la más antigua de España. Después continúo el paseo turístico y nos fuimos a ver las ruinas de Tiermes, ruinas de un pueblo celtíbero donde según cuentan las crónicas las noches de luna llena celebran una gran fiesta.

La tarde noche terminó en Ayllón, ese pueblo segoviano lleno de historia. Allí cayeron unos cuantos vinos de la de la tierra acompañados de algunos productos de la zona. Sobre las 21,30 horas pusimos rumbo a La senda de los Caracoles, ese romántico lugar, donde las noches de amor y luna parecen no tener fin. Una vez en la Senda, nos fuimos a la salita, muy acogedora y familiar, donde degustamos un ron brugar acompañado de una distendida tertulia hablando de las cosas de la vida.

Entorno a las 0,00 horas nos retiramos a meditar a la habitación, la noche se presentaba larga, pues tratándose de los ENAMORADOS S/F, tocaba hablar de amor, y por supuesto hicimos honor a nuestro nombre se meditó y se habló de amor hasta la madrugada.

El día 20-11-11, no fue peor, el día empezó con un copioso desayuno junto a la chimenea del salón comedor, le dijimos a la dueña, que el sito nos había gustado para hacer el congreso de los enamorados, cunado ustedes quieran, nos dijo, pero nos tienen que llamar con tiempo, solemos estar llenos.

Al terminar el desayuno tocaba hacer la maleta, pagar y despedirse, hasta otro día señora, volveremos de nuevo si Dios quiere, cuando ustedes quieran, buen viaje.

Antes de poner rumbo a Riaza, paramos en Grado del Pico, para ver su Iglesia, parecía un pueblo fantasma, le comenté a Ángel Alhambra, que tristes son los pueblos de Castilla, nada que ver con el esplendor y la alegría de Andalucía.

Por fin llegamos a Riaza, su plaza es preciosa, el pueblo en si es encantador, los coloridos del otoño lo hacia mas romántico, vamos a tomar un vino le dije a Ángel, nos metimos en un bar de la plaza, un sitio con buen ambiente y muy acogedor, hasta dos veces le dijimos al camarero que llenara.

Sobre la 13,30 horas cogimos la carretera dirección Madrid, no íbamos perdidos, pues antes habíamos previstos parar en Montejo de la Sierra, un pueblo precioso metido en plena sierra, pasado el Puerto de Somosierra, dirección Madrid. Ángel se acordaba que hace tiempo había comido allí unos judiones, y que pese al tiempo transcurrido, seis años, aún se acordaba.



Después de desviarnos de la A-1, hacia la izquierda y circular durante unos 25 kilómetros por una carretera muy estrecha, llegamos a Montejo de la Sierra, al llegar manifestó Ángel, yo ya no me acuerdo muy bien donde era, se que se llamaba “El Hayedo”, no había terminado de hablar y vimos una flecha que ponía “Mesón el Hallado”, aparcamos y nos fuimos enseguida haber si había sitio, buenas tarde caballero ¿tienen mesa?, me contestó con otra pregunta, ¿han reservado?, pues no mira que lo pensamos, pues un momento, bueno les tomo nota, unos 20 minutos. Nos fuimos a dar una vuelta, el pueblo estaba tranquilo, la gente estaba votando, pues era día de elecciones generales.

A la hora prevista volvimos al mesón, la mesa no estaba aún, ponga usted un vino, junto a la barra vimos a una mujer con pelo canoso, que parecía ser, la que fuera Ministra de Asuntos Sociales, en la época de Felipe González, empezó una especie de discusión entre nosotros, que si es, parece que sí, hasta que uno de los camareros zanjó la polémica, y dijo, si, es ella.

Acto seguido dijo el camarero, pasen señores, ya tinen la mesa, nos sentó junto a una chimenea, con lumbre de las de siempre al rojo vivo. Bueno, les digo lo que tengo, Ángel, exclamó, yo quiero judiones, están muy ricos, dijo el camarero, bueno pues a mi también judiones y un solomillo muy hecho, dije yo. Empezamos a comer, pero entre el vino y la luz de la candela aquello se puso al rojo vivo, Ana Mari, que se sentó junto a la candela, le dió un sofoco y hubo que cambiarle de prisa y corriendo.

Durante la comida surgió, una duda, los camareros cuatro hermanos, que por aspecto y la forma de su nariz, parecían vascos, alguien entre nosotros, exclamó, pues se lo tenemos que preguntar. De repente llego el camarero que nos atendía, que tal va todo, muy bien, y Ana Marí, aprovechó la ocasión ¿sois de aquí?, le preguntó, y contestó el camarero (no somos ni vascos ni navarros), no lo pregunta mucha gente.

Todo muy rico, tráiganos un café, y nos da la cuenta, en seguida vino el café y un chupito gentileza de casa, al fina tocamos a 30 €, pagamos y nos despedimos del camarero, aquí tinen ustedes una tarjeta, bueno caballero todo muy bien, hasta otro día, espero que la próxima vez no tarden ustedes seis años, no se preocupe que vendremos antes, si Dios quiere, Ya solo quedaba poner rumbo hacia Madrid para recorrer los últimos 60 kilómetros, y votar, en fin, como dice el titulo fue una escapada de ensueño.


Madrid, a 21 de noviembre de 2011.





Fd: Dimas Peláez Navero
(Socio del G enamorados S/F)

RG2 A-301011

RG2 A-301011

CRONICA DE UNA ETAPA POR EL ANILLO VERDE DE MADRID: RECORRIDO (PARQUE DE ARIAS NAVARRO EN ALUCHE- ESTACIÓN DE CERCANIAS DEL POZO DEL TIO RAIMUNDO).

Salida desde Leganés desde el barrio de Arroyo Culebro, a las 9,00 horas. Componentes: Sólo iba Dimas el hachacero, los otros componentes de (Pezuña y Pedal), estaban de puente, en esta España nuestra como decía Cecilia, eso se nos suele dar bien, uno en Paterna del Río, Almería, otro en los Navalucillos, Toledo, y un tercero que no tiene pueblo, no suele llevar móvil y el de cónyuge no contestan. De otra parte el núcleo duro del (Burro Veloz), éstos no estaban de puente, pero optaron por la zapatilla, y sudar la camiseta a la antigua usanza, así que me fui sólo.

La incorporación al circuito: La cosa empezó bien, un día radiante, crucé el Campo de Tiro, cuantos recuerdos, pronto llegué a la Fortuna, hice un recorrido por sus calles, solitarias, dado que era temprano y andábamos metidos en pleno puente. Pronto salí de la Fortuna, y crucé la glorieta de incorporación y salida de la M-40, acto seguido cogí la carretera que me llevaría primero hasta el Aeródromo de Cuatro Vientos, y posteriormente por las calles Millán Astrais y Rafael Finat, llegue hasta el intercambiador de Aluche, pregunté a un caballero que andaba con su perro, ¿por favor el Anillo Verde?, los tiene usted a 200 metros, siga de frente.

Empieza el circuito: Una vez metido de lleno ya en el Anillo Verde, me surgieron algunas dudas, será esté, al momento me adelantó un ciclista a toda velocidad, y observé que el camino se ensanchaba, se despejo mi duda, al pronto me impresionó, que bonito. Pongo plato grande y a toda velocidad me dirijo junto con otros ciclistas compañeros de camino, a los que no conozco de nada, hacía la Casa de Campo.

Tras cruzar la carretera de Extremadura entramos en la Casa de Campo, sentí cierta nostalgia pues el olor a hoja podrida, me recordó a los otoños hachaceros. Sin darme cuenta ya estaba en el Zoológico y unos minutos mas tarde en el lago de la Casa de Campo, allí el camino se confunde pues va por la antigua carretera señalizada ahora para bici.

Junto al lago de la casa de campo, varios caballistas señalaban con la mano, que pasa le pregunté a un Agente de la Policía Local, nada, contestó, en el Puente del Rey, se reúnen hoy los de la Mesta, revindican por lo visto, aquella forma de vida de nuestro antepasados, cuanto sabían pensé yo para mi. Continúo por el Paseo de los Plátanos, hasta el quiosco la Manzana, paso la Manzana y sigo hasta cruza la vía del tren, a través de un túnel, y luego Manzanares arriba hasta cruzarlo, y con posterioridad cruzo la carretera de la Coruña y la del Pardo.

Aquí el circuito se estrecha considerablemente, casi te rozas con el ciclista que viene de frente. Llegamos a la Calle Arroyo del Fresno, aquí se nota poderío, chalet cerrados a calicanto, vallas muy altas, y muchos árboles que no dejan ver el interior, dije yo para mí, no creo que vivan aquí esa gente que dice representar a los obreros.

Seguimos hasta cruzar la carretera de la playa o también conocido como el charco del obrero, aquí empieza una subida, y voy un tanto desorientado, hasta que veo a mi izquierda la estación de pitis, cruzamos la antigua carretera de Fuencarral al Pardo y por fin llegamos a un mirador, donde se anuncian los trabajos de acondicionamiento de la M-40 a su paso por Montecarmelo, no me resisto a realizar una parada en dicho mirador, para contemplar la sierra de Madrid, en ese momento me acordé de los siete picos, y la Mula Coja.

Inicio la marcha y por fin empezamos a llanear, entramos en las tablas, un barrio moderno con grandes avenidas, tan solo recuerdo el nombre de una de ellas, Monasterio del Escorial. En esta zona se observan muchos ciclistas, grandes y pequeños, se ven que son familias de la zona que han querido aprovechar el día. A mi izquierda veo el gran edificio de telefónica, me acordé de Ángel Alhambra, que estará haciendo pensé, dije para mí, seguro que estará dando una vuelta por Paterna del Rió, o por el Puerto de la Ragua, o tal vez esté tomando una copa de vino, de denominación de origen (las tetas de la sacristana).

Coincido al azar con un grupo de ciclistas, y cruzamos a la altura de la cuesta de los Dominicos, la A-1, más conocida como la carretera de Burgos. Entramos en la urbanización Virgen del Cortijo, me acordé del hachazo, mas tarde entramos en San Chinarro. Aquí ya noté el cansancio, exclame: ¡Que grande es Madrid!, pensé para mí tengo que parar y tomar algo, me puede dar una lipotimia.

Al cruzar la M-11, y M-40, a mi derecha subiendo unas escaleras veo el Bar Miño, no dejé pasar la ocasión, y entré, me dijo el camarero, pase usted al fondo que hay sito. Póngame una jarra de cerveza con limón, y un picho de tortilla, le dije, pronto llegó la cerveza, media jarra de un trago, después llegó la tortilla, con guarnición traía, pimientos, tomate y cebolla; todo riquísimo. Entré en conversación con el camarero, por la forma de atender parecía el propietario, vengo de Leganés, le dije, contesto de San Nicasio y Campo del Tiro, se ve que conocía bien Leganés, pero no entramos en detalle, Recomiendo este bar, está situado, en la Calle Santa Virginia Nº 31, y propongo que sea parada obligatoria para Pezuña y Pedal en futuras ocasiones.

Después de reponer fuerzas la bici parecía volar, enfilamos una bajada en paralelo a la M-40, algunos ciclistas iban mas de prisa que el Burro Veloz, a la izquierda nos queda el IFEMA, pronto llegamos al barrio de la Piovera, y mas tarde a la Alameda de Osuna, cruzamos la A-2, mas conocida como la carretera de Barcelona, enseguida entramos en la Ciudad Pegaso, una ciudad de la década de los cincuenta o sesenta, construida en la época del franquismo, cuando la España rural emigraba en masa a las ciudades, se observan unos bloques raquíticos envejecidos y por su aspecto piso de pocos metros. En esta zona el Anillo Verde se confunde con una calle del barrio, cuyo tramo está señalizado para la circulación de bici.

Pronto llegamos a San Blas, ya se divisa el Estadio de la Peineta a la izquierda. Aquí llegó el despiste, cogí un carril local y me adentré en el barrio de San Blas, preguntó a un caballero que paseaba con un niño de corta edad subido en un triciclo, ¿por favor me podría decir si esto es el Anillo Verde?, se lo ha dejado usted atrás, sigue por la zona de la peineta junto a la M-40, lo tengo que encostrar, pensé, así que volví hacia atrás y lo encontré. Por esta zona el anillo verde va entre un parque y con una achura considerable, pero no hay que confundirse todo el anillo no es para la bici, hay una zona limitada para los peatones, zona que se suele respetar por ambas parte, tal vez haya habido mas de un atropello.

Al fondo se divisa el pirulí, ya entramos en la Fuente Carrantona, dirección hacia el barrio de Moratalaz, aquí me volví a acordar de ese Burro Veloz curtido en mil batallas, cuanto sudor ha derramado aquí el burro, pensé.

Cruzamos la A-3, o carretera de Valencia, esto ya es volar, el anillo transcurre por un gran parque paralelo a la M-40. Aquí el cansancio hace mella miro el reloj, y son las 13,20, horas, hecho cuentas me salen 4 horas y 20 minutos dándole a los pedales, que hago dije para mi, sigo hasta el Hospital Doce de Octubre y cojo allí el tren, o me quedo en la estación del Pozo de Tío Raimundo, no había terminado de tomar la decisión, y de frente escasos metros veo la (C) del cercanías, así que dije hasta aquí hemos llegado.

Con la satisfacción del deber cumplido me dirijo hacía la entrada de la estación, había tenido la precaución de echar mi bono anual que nos subvenciona el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. Una vez dentro del recinto la gente me mira, tal vez se me notaba cansado. Momentos después, se escucha por Megafonía: “Tren con destino a Chamartín, vía uno, tren corto”. Me aproximo a una puerta para entrar el último pero en su interior ya va una ciclista, echo a correr para la otra puerta y veo otro ciclista, tal vez su pareja, van uniformados con un polar y pantalón marrón, quien serán este gente, pensé, tengo que tomar la decisión el tren no espera, entró, vamos muy apretados con las dos bicis ocupamos el espacio entre puertas. La gente se resigna, quizá porque deben estar informados, que los fines de semana se permite ir con bici en el tren.

Llegamos a la estación de Entevias, éramos pocos y parió la abuela, se escuchó una voz, ¡dejen pasar por favor!, a la vez que subía una gitana joven toda vestida de negro, con un carrito de bebe acompañada por otra más joven, giré con cierta dificultad un poco la rueda de mi bici y enseguida la gitana mas vieja se sentó con cierta dificulta junto a mi bici.


Llegamos a Atocha, creo que la normativa no permite subir con la bici por las escaleras mecánicas, pero yo dije, tal vez no me vean, y me colé, iba cansado. Cambio de vía y cojo en tren con dirección a Leganés- Arroyo Culebro, este tren no era tan corto y además iba menos gente, en 20 minutos ya estaba en Arroyo Culebro, subo de nuevo en la bici a penas unos 300 metro, hasta llegar hasta la casa de Eva y Pablo, pues ellos me autorizan dejarla la bici en su trastero, pues hay que asegurarla ya me han choriceao una de mi garaje.

Pero esto no es todo unos 20 minutos separan la casa de Eva y Pablo de la de Mercedes y Mía, tengo que ir andando, antes compre el pan en la panadería denominada el Horno en Arroyo Culebro, al fin llego a casa y me siento muy satisfecho de la aventura, y como se suele decir, hay que vivirlo para contarlo, os animo a todos que lo viváis y después lo cantéis.

Leganés, a 30 de octubre de 2011



Dimas Peláez Navero
(Andaluz, Cortijero y Rociero)

Plano de Anillo verde de Madrid.jpg
PLANO DEL ANILLO VERDE

viernes, 2 de abril de 2010

Leganés - Machota Chica - Leganés

Viernes Santo, 2 de abril de 2010

Ha pasado casi un año desde que escribimos la anterior crónica de La Mula Coja, en la que relatábamos una tarde de toros en la Plaza de las Ventas (Madrid), en la que fueron protagonistas don Dimas y don Carlos (12 de mayo de 2009). Aquella aventura, de penoso recuerdo, por el Camino Herreros (27/09/2008), dejó huella amarga en la memoria del personal, que se ha resistido a tomar las botas y el bastón. Pero todo se supera, menos la muerte, y por fin hemos regresado a la montaña.

No hemos subido al monte Calvario en un día como hoy, sino a la Machota Chica, montaña cercana al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Adelanto, para evitar sobresaltos y zozobras a los lectores, que todo ha salido bien y que hemos regresado felices.

A las 9:25 h. hemos partido de la puerta de Mercedes y Dimas, a los que Morfeo ha visitado de madrugada (lo decimos fino, pero queremos decir que se han dormido). Desde Leganés, además de los susodichos, hemos viajado: Nano, Adrián, Montse, Agustín, Juáncar, Rosi, Pablo y Carlos. En el aparcamiento de la Silla de Felipe II nos esperaban Mikel y Carlitos.

Hemos llegado al aparcamiento de la Silla de Felipe II a las 10:10 h. En poco más de media hora hemos alcanzado el monumento de piedra desde donde Felipe II seguía las obras del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. La vista desde allí es magnífica: el Monasterio, abajo; arriba, la Bola del Mundo, Peñalara y la Maliciosa, nevadas bajo el cielo azul. Hacia el Este se divisan las cuatro terribles torres del Real Madrid, señalando la presencia de Madrid capital.

Hemos continuado hasta una cancela de hierro giratoria. El grupo ha seguido ascendiendo hasta llegar a una pradera salpicada de rocas grises y redondas, donde ha ha tenido lugar el primer tentempié. Ha sido abundante, para qué negarlo. Ha caído una botella de Ribera del Duero; nadie ha escondido el vaso en las sucesivas rondas. Entre otros manjares, hemos degustado unas nueces del Cortijo El Coto (Granada). Con el cuerpo entonado por el alimento y la bebida, hemos reanudado la marcha.

Eran las 13:35 h. cuando hemos coronado la Machota Chica. El tamagochi de Juáncar marcaba 4 km. 830 m. Como cabras montesas hemos subido a la piedra más alta, desde donde se ve el embalse de Valmayor, que está rebosante. El momento ha quedado inmortalizado en abundantes fotografías. El monasterio se muestra como una maqueta al pie del monte Abantos, en cuya cumbre brilla una antena, o algo parecido. Dos buitres nos sobrevolaban en círculos irregulares. En un buzón de hierro hemos depositado una hoja con nuestras firmas y nuestras edades (que no quiero recordar, por discreción); el primero en firmar ha sido Carlitos.

El descenso hasta el momento del segundo almuerzo ha sido alegre. Los excursionistas han bajado en animada conversación, comentando lo que iban a comer en cuanto pararan. Si abundante fue el primer almuerzo, el segundo lo ha sido más. Ha caído otro litro de vino, de la zona de Valdepeñas. ¡Qué rico! Dimas se ha encargado del reparto, y ha tenido que reservar el último culín para él y para el Tío de la Boina (un servidor), porque era consciente de que una ronda más les dejaría a dos velas a él y a su compañero (un servidor). Por allí ha circulado toda clase de comida, pero ha habido gente que no ha soltado ni ha perdido de vista el bocata de media barra que, como un acto religioso, engullía con devoción. Después de llenar el monago, o buche, algunos hemos echado una siestecilla reparadora. Al Tío de la Boina ha habido que despertarlo, porque dormía profundamente. A las 15:30 nos hemos puesto en pie, y ¡a andar!

A las 16:30 hemos traspasado de nuevo la cancela giratoria. El Tío del Tamagochi ha gastado una bromita a los que le seguían, trabando la cancela con un palo. Agustín le ha seguido la gracia.

La Silla de Felipe II estaba inundada de domingueros cuando hemos llegado a ella. Nosotros a lo nuestro. Hemos tomado un camino salvaje y, a las 17:25 h., después de 10 km. y 7 horas de camino, hemos llegado al aparcamiento.

Ahí no ha terminado la jornada. En el restaurante El Álamo de El Escorial hemos tomado la última. El Tío del Tamagochi ha tomado nota de lo que cada uno quería tomar. ¡No había batidos de chocolate para los pequeños! Unos trinas han hecho la misma función. Algunos han tomado un café cortado; la Montse y el Agustín, que viven cerca de Barcelona, nos han informado de que en catalán al cortado le dicen tallat. Nunca te acostarás sin saber una cosa más.

Después, carretera y manta. Sabiamente, Nano ha tomado la carretera de Galapagar, por donde se hacen muchos menos kilómetros. ¿Por qué digo esto? Porque a la ida Juáncar nos ha dado la vuelta a la Comunidad de Madrid, tocando todas las autovías de la provincia. ¿Pensabas que esto no se iba a comentar en la crónica, amigo? Pues, ya ves, en el tintero no se ha quedado. ¡Que se entere todo el mundo! Menos mal que tienes buen humor y anchas espaldas. ¡Para algo te tiene que servir tanta natación!

Contentos, sanos y salvos hemos llegado a Leganés a las siete de la tarde, con ganas de repetir pronto. ¡Viva La Mula Coja!

El Cronista (El Tío de la Boina)

LAS MACHOTAS (LA CHICA Y LA ALTA)

martes, 7 de abril de 2009

TERCERA SALIDA: LEGANÉS-LA GRANJA-BOCA DEL ASNO

Hay que empezar reconociendo que esta salida de La Mula Coja se ha planificado con prisas y nocturnidad. El Cronista quería hacer un trabajo de campo sobre La Granja y La Boca del Asno, y el mismo lunes (06/04/09) comprometió arteramente al Tío del Mapa: ¡Santo varón! (a veces, pocas veces). A su vez, el Tío del Mapa comprometió a su hermano Mikel: ¡Santo varón! (casi siempre, o siempre). El caso es que a las 9 h. del martes santo, arrancábamos de la rotonda del Hospital Severo Ochoa de Leganés. Tras atravesar el Puerto de Navacerrada, cubierto de niebla y nieve, llegábamos al Palacio de la Granja de San Ildefonso (Segovia) a las 10:25 h.
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Este palacio, en nuestra opinión, vale más por lo arquitectónico y por sus fuentes y jardines que por el arte que se puede encontrar dentro. El interior es una mezcla de neoclasicismo y rococó de estuco y mentirijillas, que deja al visitante con la pesadumbre de haber pagado una entrada “pa ver esto”. Lo mandó construir Felipe V, el primer rey Borbón de España (los reyes no construyen ni hacen nada, lo mandan hacer), y disfrutó, por lo visto, bastante del lugar, él y su parienta (M.ª Luisa de Parma). Carlos III vino con frecuencia al palacio, pues era un lugar ideal para cazar y pescar. De hecho, Carlos III arregló (perdón, mandó arreglar) la margen izquierda del río Eresma, y muretes, escalerillas y puentes se conservan desde entonces.

Pagada la entrada libre (2 adultos + 2 niños = 14 €), comenzamos la visita y fuimos pasando por salas y más salas, 30 en total según el cómputo de El Cronista: leíamos el cartel explicativo y continuábamos hasta el siguiente. Nos llamó la atención un pequeño retrato situado en una de las paredes del «Antiguo Oratorio»; el personaje sería “vaya usted a saber quién”, pero parecía el mismísimo Galileo Galilei, cuyo centenario de su primera observación con un telescopio celebramos en este año 2009.

A las once en punto se pusieron a sonar todos los relojes del «Tocador de la Reina». Coincidía con nosotros por este lugar y a esta misma hora una visita con guía. El guía, cuando nos veía, se callaba como un mudo y nos cedía el paso. Les decía a sus oyentes, como para hacernos a nosotros un favor: «Dejen pasar a estos señores. Gracias». ¡Que hubieran pagado más!, pensaría el fiel funcionario.

A las 11:30 h. salimos a los jardines y fuentes. Merecen la pena. Todas las fuentes son bonitas e interesantes. Algunas son muy singulares, como una que tenía un conjunto de dragones parecidos a Fuju, el de La Historia Interminable. Después entramos a la capilla (también adornada con pésimo gusto), donde está enterrado Felipe V y su parienta. En un lateral del altar mayor hay un cuadro en el que San Ildefonso recibe de manos de la Virgen María su famosa casulla, a la que dedica un “milagro” Gonzalo de Berceo en sus Milagros de Nuestra Señora.

En una cafetería cercana al palacio La Mula Coja se tomó un chocolate caliente, que le hizo resucitar en un día especialmente desapacible y frío. A continuación vendría la segunda parte, la de zapato y cayado. Este es el momento de nombrar a los expedicionarios, antes de que olvidemos sus nombres: El Tío del Mapa, Rosi, Pablo, Paula, Mikel, Carlitos (hijo de Mikel), Teresa, Teresa Jr., Carlos Jr. y El Cronista.
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A las 13:30 h., después de tomar un tentempié, La Mula Coja emprendió la ruta por las Pesquerías Reales, desde la Boca del Asno, por la margen izquierda del río Eresma, en dirección a Valsaín.

La ruta es una auténtica preciosidad. El camino transcurre junto al Eresma y es perfecto para el caminante bisoño. Es una ruta a la que volver, de las que animan a repetir.

En la margen izquierda uno se encuentra con una enorme Barca de Piedra, con un escudo real tallado, que es donde dicen que dormía la siesta Carlos III cuando subía a pescar. Allí el Tío del Mapa se aberronchó contra el rocaje vivo, y parece que le sirvió de gran alivio y consolación. Más adelante el Puente de Navalacarreta une las dos orillas del Eresma, y unos dos kilómetros después hay otro puente, junto a un acueducto de madera. Desde ahí, traspasando una puerta giratoria, se pasa a una extensa pradera cubierta de verde hierba. Aquello estaba lleno de ganado en libertad: caballos, vacas y toros. Tuvimos nuestras dudas sobre si sería brava alguna res, pero ninguna embistió. Varios arroyos atraviesan la pradera, para desembocar en el Eresma. Cruzando uno de ellos, Carlos Jr. metió las dos piernas hasta la altura de las rodillas en una ciénaga traidora. Todos le consolamos mucho, porque se le quedó una cara de “siempre meto la pata” que movía a la conmiseración. Otro excursionista, por aquello de las leyes de Murphy, metió otro piececito en el barro (¡pobres zapas blancas!), a pesar de que El Cronista le ofrecía su bastón y de que había una hermosa piedra lisa y llana, lugar donde el instinto humano invitaba a pisar para salvar la situación. Este excursionista responde al nombre de Pablo.

Al final de la pradera pasamos por otro puente a la margen derecha del río, para emprender el camino de regreso. Comenzaron a caer unas bolitas minúsculas blancas, que no eran lluvia, ni granizo, ni nieve pero que mojaban. Así estuvo hasta que llegamos al merendero Los Asientos, donde el cielo abrió un poco y pudimos hacer el almuerzo fuerte, con bocadillos, zumos, frutas, dulces (pestiños y browni) y agua de la vida (c’est à dire, vino tinto). En 25 minutos, desde las 15:35 h. a las 16:00 h., dimos fin a las vituallas. Nunca unas mulas reales (de los Borbones, quiero decir) comieron y bebieron con tanto gusto y apetito.

Con la tripa llena y algo de sol, continuamos hasta la Boca del Asno (16:40 h.), contentos y sin fatiga.

El Tío del Mapa se ha modernizado, y trajo un GPS de mano maravilloso, con el que estábamos orientados en todo momento, y sabiendo exactamente la distancia recorrida. En esta salida ciertamente no hacía falta tanto aparato, pero que vaya probando y dominando la máquina, que seguramente nos hará falta en otras excursiones.

En el Centro de Interpretación Boca del Asno, que está junto al aparcamiento, ¡hay servicios!, y no digo más. El Cronista, con su libreta verde, pasó a recabar información y se enrolló un rato con dos monitoras muy amables que le explicaron lo que allí había, de dieron unos folletos y le enseñaron una maqueta muy interesante de los montes y bosques de Valsaín.

En coche, por supuesto, subimos a Navacerrada, donde el termómetro marcaba 1º C y hacía mucha rasca. Cafelitos y chocolates, y para casa. A las 19:10 h. aparcábamos en Leganés, salvos y sanos.

Comentario de Mikel: «He podido comprobar por mí mismo que es posible salir a la sierra y disfrutar, sin perderse y sin tener la sensación de estar perdido». Es un buen resumen de la excursión. ¡Hasta la próxima!

El Cronista.

domingo, 15 de marzo de 2009

SEGUNDA SALIDA - LA ISS

Esta segunda salida de La Mula Coja ha sido menos arriesgada que la primera. Ha tenido lugar dentro de los límites de Leganés. Los excursionistas (mulos y mulas, en nuestro particular argot) han sido: Pablo, Paula, Adrián, Gema, Nano, Juáncar, Rosi, Teresa B. y Carlos C.G.

El invierno ha sido muy duro, un invierno de los de antes, como dicen los viejos. Por eso La Mula Coja no ha salido del establo ni por casualidad: si con buen tiempo el Tío del Mapa puede perdernos sin despeinarse, con mal tiempo y nieve en las sierras no regresaríamos ninguno, como le ocurrió al capitán Scott cuando fue al Polo Sur.

El motivo de la excursión ha sido el paso de modo visible por los cielos de España de la Estación Espacial Internacional (ISS). Según la página web oficial de la ISS, pasaría visiblemente por encima de Leganés el domingo 15 de marzo de 2009, aproximadamente a las 20 h. 45 min. Habíamos de fiarnos del Tío del Mapa, que por lo visto también sabe de mapas celestes.

A las 7 de la tarde dejamos los coches en aparcamiento del Spar del Arroyo Culebro. El aparcamiento del Parque de Polvoranca rebosaba de coches, como una plaga de langosta en un campo de trigo. La gente se ha animado a salir como los lagartos en cuanto han aparecido los primero rayos de sol. ¡El dominguerismo es así!

Por el carril bici bajamos hasta el paso inferior de la autopista que parte en dos la zona de Polvoranca que va desde la Ermita hasta la vía del tren que une Leganés y Fuenlabrada. Hacía buena tarde pero, cuando pasamos al lado de la Ermita, corría un biruji molesto, que fue in crescendo. Ya comenzaba la anochecida.

Venus se veía perfectamente en el oeste, como el foco de una farola colgado en el firmamento. ¡Cuántos aviones pasaban camino de Barajas! Hicimos tiempo por allí deambulando, hasta plantarnos en la ladera que baja del Antiguo Mirador del Maestro al comienzo del Camino San Dimas. Unas chuches deliciosas aportadas por la familia G.B. amenizaron la espera. Con los prismáticos se veían titilar las estrellas; los planetas, sin embargo, permanecían fijos. ¡Lo que son las cosas! Hacia el Norte, detrás del edificio de Tabacalera y de la antena de Telefónica, la ciudad de Madrid desprendía un arco luminoso, una reverberación de luz que ocultaba cualquier astro que se situara por encima de ella. No sólo padecemos la contaminación de los humos, también la lumínica, que nos impide disfrutar de noches estrelladas en Madrid cuando la Luna está ausente.

Cuando nadie creía que la ISS iba a aparecer, una luz comenzó a desplazarse desde el Sur-Oeste hacia nosotros. ¡Era ella! El grupo lanzó algunos vítores y el Tío del Mapa respiró tranquilo. La ISS continuó su periplo por encima de nuestras cabezas y se perdió en dirección Norte. ¡Éxito total! ¡Por una vez algo nos sale bien! Los astronautas estarían ajenos a nosotros, centrados en sus experimentos, pero a nosotros nos hizo mucha ilusión “verles”.

Muy contentos regresamos por la rotonda de Valdepelayos, dando fin a las bolsas de chuches. La noche se iba cerrando más, aunque el halo de luz (contaminación lumínica, ya sabéis) nunca desapareció. Nos planteamos hacer una marcha hasta el refugio del Guijo de Santa Bárbara, para pasar allí la noche y hacer una observación astronómica en toda regla. Todo se andará.

Hechas las despedidas, montamos en nuestros vehículos y cada mochuelo a su olivo, que al día siguiente había que currar.

Nota:

Dos días después, el martes 17 de marzo de 2009, en pleno centro urbano de Leganés, desde la terraza del Tío del Mapa, él, Pablo, Paula y El Cronista vieron de nuevo la ISS todavía con mayor claridad. Era seguida por otro punto luminoso, el SATTLE, que orbitaba detrás de la ISS, con el fin de unirse a ella e instalar unos paneles solares. Una visión única e irrepetible. El cielo, hay que reconocerlo, es muy interesante. ¡Si Galileo en su época hubiera tenido los medios que tenemos ahora!

Adiós.
El Cronista.